jueves, 1 de noviembre de 2012

Blastomicosis o enfermedad de Gilchrist



La blastomicosis, también conocida con Gilchrist, es una infección poco común debida a la inhalación del hongo Blastomyces dermatitidis, el cual se encuentra en la madera y en el suelo (suelos húmedos, con vegetación en descomposición). La infección puede extenderse desde los pulmones a otras partes del cuerpo, afectando especialmente a la piel.



La enfermedad por lo general afecta a personas con el sistema inmunitario debilitado, como las infectadas por VIH o pacientes que han tenido un trasplante. Los hombres son más propensos a resultar afectados que las mujeres.


También se conoce como blastomicosis norteamericana, ya que a pesar de ser poco frecuente la mayoría de casos ocurren en en los estados centrales y del sudeste de los Estados Unidos y en Canadá. La incidencia también es elevada en India, Israel, Arabia Saudita y África.
A menudo la infección pulmonar no produce síntomas si esta no se disemina a otras zonas del organismo. Cuando esto ocurre, las manifestaciones incluyen: dolores óseos, articulares y musculares (sobre todo torácico), tos, fiebre, sudoración, fatiga, dificultades respiratorias, malestar general. Los síntomas cutáneos son los más importantes y se observan en la mayoría de los casos. Se menifiestan llagas o pápulas indoloras que se parecen a verrugas o úlceras, de un color que varía entre gris y violeta. Pueden sangrar fácilmente, y suelen aparecer principalmenten en la nariz o la boca. Con el tiempo, estas lesiones pueden cicatrizar y dejar áreas de la piel despigmentadas.
Cuando la infección permanece en los pulmones, a menudo no es necesario un tratamiento medicamentoso. Si la infección se disemina por el organismo o si presenta un estado grave, se trata con fármacos antimicóticos como anfotericina B, itraconazol, ketoconazol o fluconazol. Se pueden usar fármacos orales o intravenosos dependiendo de la forma y etapa de la enfermedad.

Para diagnosticar esta enfermedad se realizan tomografías computarizadas y radiografías del tórax, biopsias de la piel, análisis y cultivo de esputo, y urocultivos; en todos estos exámenes se pretende detectar la presencia del hongo.

El pronóstico depende de la forma de blastomicosis. En personas inmunodeprimidas es necesario un tratamiento prolongado para evitar que los síntomas reaparezcan. Si hay lesiones cutáneas o si la infección es relativamente leve, la recuperación suele ser completa. Si la infección se reduce, es importante realizar controles médicos regulares. Si no se trata a tiempo, puede tornarse bastante grave y aparecer complicaciones como grandes úlceras con pus (abscesos),  infecciones bacterianas adicionales de la piel, nódulos que drenan espontáneamente, y efectos secundarios de los medicamentes, que pueden llevar incluso a la muerte.

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