Y para empezar... ¡Alimentos transgénicos!

Saludos Bloggeros! 

Me presento en este blog. Soy Pablo, miembro de este grupo de tres estudiantes de Enfermería de la universidad de Santiago de Compostela. Soy Técnico superior en Salud Ambiental, y os intentaré traer al blog parte de mis conocimientos, junto con las noticias de interés que consiga sobre medio ambiente. Como ya os hemos dicho, cualquier duda que tengáis no dudéis en preguntarla, y os intentaremos contestar con la mayor brevedad posible.

Espero que os guste y os parezca al menos interesante. 

Voy a comenzar este blogg, hablando de un tema que esta presente en todas nuestras vidas a diario. Alimentos transgénicos.

Siempre que vamos al supermercado, vemos esas relucientes y jugosas manzanas rojas, esos tomates perfectamente redondos y con un color rojo brillante, pero cuando vamos a un mercado natural, las manzanas rojas no son tan rojas, los tomates no son tan redondos y no tienen ese mismo color. ¿Cuál es la diferencia entre unos y otros? 

Los alimentos transgénicos son alimentos manipulados genéticamente utilizando ingeniería genética. En algunos países, como EEUU, Canadá, Alaska o China, tienen una gran cantidad de cultivos transgénicos.

Existe mucha polémica en cuanto a estos alimentos. Si bien tienen muchos beneficios, con ellos vienen de la mano los inconvenientes.

Estos alimentos tienen una gran resistencia contra las plagas y son inmunes a determinados microrganismos. Esta resistencia a plagas, es beneficiosa en el sentido de que se tendrán que usar muchos menos plaguicidas, herbicidas, fungicidas y demás productos, (que bien sabemos que son perjudiciales para la salud de las personas) para defender a las plantas de ataques. Además, se ha comenzado a crear animales transgénicos. El primero en ser aprobado para el consumo humano, fue una especie de salmón, que es capaz de crecer en la mitad de tiempo y durante el invierno, gracias a la hormona de crecimiento de otro pez y a un gen que permite su supervivencia durante el frio del invierno.

Los inconvenientes que tienen estos alimentos son varios, y uno de los peores es la resistencia a antibióticos por la adición de genes procedentes de otras especies. Otro de ellos es la ingestión de ADN foráneo a las plantas, modificando su ADN natural y disminuyendo la variabilidad genética entre plantas.

Además, algo muy importante, es que el 70% de la producción mundial de transgénicos, está en manos de diez multinacionales, dejando a un lado a los pequeños granjeros, suponiendo una menor rentabilidad de la agricultura tradicional.

En cuanto a la salud, potencialmente pueden suponer nuevas alergias, aparición de nuevos tóxicos, disminución en la capacidad de fertilidad (en mamíferos alimentados con OMG), contaminación de alimentos, problemas en órganos internos, etc..

Hasta aquí esta primera entrada, espero que os haya gustado.