Alergias: El Polen

La llegada de la primavera no es apreciada por todos de la misma manera. En esta época del año tiene lugar la polinización de árboles y plantas, por lo que son importanes las partículas de polen suspensas en el aire.

Muchas personas sufren alergia al polen, ya que su sistema inmunitario reconoce ciesrtas sustancias como antígenos cuando para otras personas resultan inocuas. Esta alergia se trata de una reacción excesiva que se da en el organismos por la exposición o el contacto de la persona con el polen de las plantas. Más concretamente, ciertas células del organismo entran en contacto con el alergeno y comienzan a producir histamina, sustancia responsable de la reacción adversa. Esta reacción se considera excesiva ya que el organismo empieza a formar más anticuerpos de los necesarios tras el primer contacto. Cuando se produce un segundo contacto con el alergeno, la persona alérgica sufre una importante reacción.

Algunas de las plantas más habituales que producen alergia a muchas personas son el chopo, el abedul, el roble, las gramídeas (que incluye cereales como el trigo o la avena), entre otras.
Este tipo de alergia afecta a cualquier edad, aunque la prevalencia es especialmente elevada en personas de entre 14 y 24 años.

Los principales síntomas son congestión y picazón nasal, agüilla nasal, estornudos repetidos, obstrucción nasal o "nariz tapada", una fuerte irritación en los ojos, lagrimeo, sibilancias y dificultad respiratoria generalizada. Esta sintomatología puede confundirse a veces con un resfriado, pero en caso de alergia, los síntomas suelen aparecer de forma inmediata y persisten mientras el alergeno está presente. 

Además, los síntomas no aparecen y desaparecen, si no que tienen un carácter intermitente en función de si el alergeno está presente en el ambiente o no. Por lo tanto podemos deducir fácilmente que la alergia al polen es una afección estacional, que depende de la época del año.

Algunas de las pruebas diagnósticas que nos permiten identificar si los síntomas estan causados por una alergia son pruebas cutáneas, análisis de sangre (para detectar la presencia de anticuerpos para ese alergeno) o análisis de cabello.

La forma habitual de contrarrestar estas manifestaciones es mediante el uso de antihistamínicos y descongestionantes. Existen métodos alternativos basados en plantas naturales como la Ortiga menor o la Regaliz (Fitoterapia), hierbas que deben de usare en dosis establecidas por nutricionistas especializados.

Los alérgicos al polen, como norma general, deben evitar lo máximo posible la exposición, evitando arboledas, jardines o parques, sobre todo durante días de mucho sol y viento. También pueden reducir los efectos de la alergia evitando secar la ropa al aire libre, ya que las partículas de polen se quedan pegadas a las prendas y inducen la alergia incluso en el interior del hogar.